Sindicato y Ayuntamiento
Reflexiones ante la campaña de carteles que insisten en seguir poniendo por las paredes y farolas de Sopelana
La persistente actuación tendente a manchar las paredes del pueblo y que inducen a la confusión a la opinión pública por nuestra falta de respuesta en los medios se me ocurren algunas consideraciones.
La actual política sindical dirigida en Sopelana estas últimas semanas está llevando al sindicato y la convivencia interna a situaciones muy desagradables.
Estamos convencidos de que la gran mayoría de los funcionarios y trabajadores del Ayuntamiento son excelentes profesionales, que cumplen con sus funciones de manera altamente positiva y que no deben de verse salpicados por estos entramados, que no son más que pequeñas mafias defensoras en exclusiva de los intereses personales de sus pequeños lideres.
No vamos a caer en la trampa de creer que los intereses de ELA son los de este txistulari y pequeño ex-reyezuelo, y sabemos del interés del sindicato a niveles superiores en reconducir la situación hacia parámetros más razonables para que entre todos busquemos las soluciones mas justas para la mayoría de los trabajadores y de Sopelana en general.
Es una lástima que éste sujeto, obsesionado por controlar y dirigir lo que no le corresponde en el reparto competencial propio de trabajadores y políticos en una administración publica, intente enturbiar un ambiente laboral que podría ser envidiable para todos los que día a día intentamos desde las dependencias municipales trabajar por un Sopelana mejor.
El tema de la OTA de Sopelana, no tiene nada que ver con la movida de estos señores, que no hacen más que intentar pescar en río revuelto pero con poca credibilidad.
Desde el Gobierno Municipal seguimos haciendo un llamamiento a la cordura y creemos conveniente volver al dialogo sereno que busque soluciones no a los problemas personales de cada uno sino a los del Ayuntamiento y el pueblo de Sopelana.
La solución solo puede estar en el pacto, desde el reconocimiento mutuo y respetuoso de las competencias de cada una de las partes.
La persistente actuación tendente a manchar las paredes del pueblo y que inducen a la confusión a la opinión pública por nuestra falta de respuesta en los medios se me ocurren algunas consideraciones.
La actual política sindical dirigida en Sopelana estas últimas semanas está llevando al sindicato y la convivencia interna a situaciones muy desagradables.
Estamos convencidos de que la gran mayoría de los funcionarios y trabajadores del Ayuntamiento son excelentes profesionales, que cumplen con sus funciones de manera altamente positiva y que no deben de verse salpicados por estos entramados, que no son más que pequeñas mafias defensoras en exclusiva de los intereses personales de sus pequeños lideres.
No vamos a caer en la trampa de creer que los intereses de ELA son los de este txistulari y pequeño ex-reyezuelo, y sabemos del interés del sindicato a niveles superiores en reconducir la situación hacia parámetros más razonables para que entre todos busquemos las soluciones mas justas para la mayoría de los trabajadores y de Sopelana en general.
Es una lástima que éste sujeto, obsesionado por controlar y dirigir lo que no le corresponde en el reparto competencial propio de trabajadores y políticos en una administración publica, intente enturbiar un ambiente laboral que podría ser envidiable para todos los que día a día intentamos desde las dependencias municipales trabajar por un Sopelana mejor.
El tema de la OTA de Sopelana, no tiene nada que ver con la movida de estos señores, que no hacen más que intentar pescar en río revuelto pero con poca credibilidad.
Desde el Gobierno Municipal seguimos haciendo un llamamiento a la cordura y creemos conveniente volver al dialogo sereno que busque soluciones no a los problemas personales de cada uno sino a los del Ayuntamiento y el pueblo de Sopelana.
La solución solo puede estar en el pacto, desde el reconocimiento mutuo y respetuoso de las competencias de cada una de las partes.
