Los deseos viven de la esperanza

De la Bitácora de Alvaro Ramirez, rescato este texto que es un canto de esperanza:

La paz no es un premio, es un reto, un logro difícil y milagroso. La paz es un sueño, un deseo, y los sueños y los deseos viven de la esperanza. La esperanza nunca debería ser prudente. Porque la esperanza no tiene forma concreta y cabalga por sí sola.

Así comenzó Ivan Sainz Pardo su entrada de el día 26 de Marzo pasado, después de que ETA anunciara su alto al fuego.

Leyendo su breve y preciosa reflexión sobre esta tregua unilateral (que a nadie satisface, pero que abre puertas) empecé a soñar en el día en que yo pueda escribir algo semejante. Creo que está lejos ese día porque la guerra en Colombia tiene demasiados actores y factores mucho más complejos. Entre otros el poco publicitado pero enorme lucro que devengan de ella países ricos y productores de armas como EEUU, Francia y España.

Pero sueño con ese día y me adhiero a esa esperanza imprudente y a los deseos de paz que albergan miles de millones de personas en todo el mundo.