12 afirmaciones de Ramón Jauregi
1.-Soy prudente porque la subcultura de la violencia está muy asentada en este País y no se borra de la noche a la mañana.
2.-No han comprendido que la democracia es generosa no porque haya sido derrotada, sino porque puede serlo en la victoria.
3.-No pretendo tanto que pidan perdón, pero sí exijo que quede claro que han aceptado que no es legítimo matar para defender ningún proyecto. Que la violencia acabó y que aceptan las mismas reglas que los demás, las palabras y los votos.
4.-Cuando desde el mundo de la Izquierda Abertzale advierten de que esto no es irreversible, parecen pretender que el proceso esté pendiente de una ETA que lo tutela. Y eso es intolerable.
5.-La solución a la violencia es más democracia. Y ahí sí acepto que la voluntad de los vascos expresada en paz y libertad tiene legitimidad democrática para conformar un estatus, un ordenamiento.
6.-El derecho de la sociedad vasca a expresar democráticamente, en paz y libertad, una aspiración jurídico-política que si se vertebra y se reitera democráticamente tiene que encontrar su acomodo en el ordenamiento jurídico.
7.-No se trata de que se reconozca no sé qué derecho, consiga usted una mayoría clara, rotunda, vertebradora del país; exprésela democráticamente, no en una, sino en varias votaciones; no con trampas de final de violencia, sino en paz y libertad. Y como la tenga, nadie puede poner puertas a ese campo, porque será incuestionable democráticamente.
8.-En ausencia definitiva de la violencia, el juego democrático puede ser más abierto, pero faltan muchos años para eso. Mientras, es más lógico hacer fuerte el eje de entendimiento PNV-PSOE, si es que hay bases para ello. Y yo creo que con Imaz las hay.
9.-Zapatero tiene que consolidar un eje de relación leal con el PNV, por lo menos en esta fase y como núcleo fundamental de un posible pacto de convivencia.
10.-Mientras no tengamos la constatación definitiva de la disolución de ETA, tenemos que ser muy prudentes. Y ningún Gobierno puede hacer nada que no sea aceptado por su ciudadanía, es otra 'línea roja' elemental.
11.-La apuesta del PP es coyuntural. El final que proponen es irreal, es la victoria policial plena y completa, parecido a lo que ocurre en las guerras. Pero no es exactamente así en este tipo de procesos, en los que hay que admitir dos cosas: que la democracia puede y debe ser generosa para resolver los entornos humanos, porque de otra manera el final se hace caótico e interminable; y luego, que la democracia tiene necesidad de insertar en sus reglas un entorno sociológico que ha sido antisistema.
12.-El PP no puede excluirse del diálogo de salida de la violencia. Les necesitamos, son una expresión muy importante del país y su propio electorado les va a reclamar que participen.