Matar es condenable, aunque sea al ser mas desprecible
Triste final de año. Día largo y en el que, por diversos motivos, todos hemos visto a la violencia pasearse en nuestro entorno, próximo y lejano, en sus distintas vertientes.
ETA quiere recordarnos que su problema interno lo arreglamos entre todos o a todos nos salpicará con su incapacidaz de reciclaje. Por otra parte Imaz ha comentado hoy en la SER que mientras sigamos sin asesinatos, sin actos con daños a las personas, tenemos todavía un camino; una esperanza tortuosa que tenemos que tratar de consolidar, Otegi sigue sin capacidad de desmarcarse de la violencia y la locura del terrorismo, y ZP recuerda que con éstas actitudes no hay posibilidad de avance. En fin, que al nudo no se le ven posibilidades de soltarse a corto plazo.
Y mientras ETA nos recuerda su capacidad de matar, otros la ponen en práctica antes de que les mengüen el poder para hacerlo. Y no les importa justificarlo con las más ridiculas excusas. Si todos relativizásemos un poquito más la importancia que aparentemente le damos a conceptos pseudo míticos, nuestras reacciones ante determinados obstáculos también serían más acordes al respeto de los derechos humanos de todos.
Y mientras ETA nos recuerda su capacidad de matar, otros la ponen en práctica antes de que les mengüen el poder para hacerlo. Y no les importa justificarlo con las más ridiculas excusas. Si todos relativizásemos un poquito más la importancia que aparentemente le damos a conceptos pseudo míticos, nuestras reacciones ante determinados obstáculos también serían más acordes al respeto de los derechos humanos de todos.
Etiquetas: Internacional
Como dice Gurrutxaga en su artículo :
"Utilizando expresiones de la propia izquierda abertzale, la furgoneta-bomba representa una carga colocada en el carril de la negociación para la normalización política, destruyendo con ello toda viabilidad y efectividad al diálogo y la negociación con Batasuna.
A pesar de lo que indica Otegi, el atentado, expresión de la utilización del terror supuestamente para ‘reconducir el proceso’, representa un ataque en toda regla a la idea misma que entiende el proyecto de la izquierda abertzale como el proyecto de un movimiento exclusivamente civil y democrático. Está claro que con esta decisión ETA ha enterrado toda posibilidad de abordar desde el diálogo el cese definitivo de la violencia, por lo menos hasta que no garantice de manera clara, suficiente e irreversible su voluntad inequívoca de terminar para siempre"