Zorionak eta Urte Berri On!

Feliz Navidad a los que ríen y a los que lloran,

a los que cantan y a los que sueltan gallos,
a los listos y a los torpes,
a los buenos y a los menos buenos
(para que cambien los sentimientos),
a los amigos y a los enemigos,
a los pobres y a los ricos
(para que repartan un poco),
a tradicionalistas y a renovadores,
a los de mi pueblo, a los del barrio, a los de mi curro,
a los que están lejos y a los más cercanos...

A los que hablan y a los que callan,
a los que aprueban y a los que suspenden,
a los feos y a los guapos,
a los altos y a los bajitos,
a los rubios y a los morenos,
a los blancos y a los negros,
a los progres y a los carcas
(para que se animen a reciclarse),
a los que creen y a los ateos,
a los enérgicos y a los que se frustraron,
a la familia, a vecinos, amiguetes y amigos íntimos,
a los que me dieron esta forma de entender la vida
y la Navidad,
que en el fondo es el reflejo de la vida de cada día.

Que Olentzero, o sus colegas,
nos traigan un cajón de buenos sentimientos y buen hacer.

Paz y feliz Navidad para todo el mundo.
Porque a pesar de todo,
de asesinatos gratuitos,
de querellas políticas interminables,
de gobiernos que desprecian la democracia,
de gente que insulta y mata...ha llegado la Navidad.

Y aunque este año haya habido miles de muertos en Irak
y otros lugares menos noticiables,
siga habiendo millones de niños desamparados en el mundo,
el sida siga avanzando implacablemente,
o la contaminación atmosférica provoca graves cambios climáticos,
el mensaje navideño es de paz y solidaridad en el mundo.

Y aunque llevemos más de dos mil navidades
y no hayan servido para conseguirlo.
Sigamos intentándolo:

¡Feliz Navidad!