El mundo es un pañuelo

Imanol Zubero, en su artículo en EL CORREO del domingo comenta que el mundo es, ciertamente, un pañuelo, a lo que yo añado que , demasiadas veces, lleno de mocos.

Pero no ese pañuelo palestino usado cinco segundos por Zapatero y abusado cinco días (y los que vendrán) por el PP. El mundo es un pañuelo porque somos testigos, casi en tiempo real, de cómo el derecho indiscutible a la legítima defensa de Israel se ha convertido en un ataque ilegítimo, en la invasión brutal de otro Estado, y de cómo decenas de civiles están siendo asesinados y miles de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares. Cualquier Estado tiene derecho a defenderse en solitario, pero ninguno lo tiene a atacar a otro Estado en solitario.

«Hace apenas cien años los cristianos de Líbano decían de buen grado que eran sirios, los sirios andaban mirando hacia La Meca para buscarse rey, los judíos de Tierra Santa se proclamaban palestinos... Desde aquellos tiempos, mucha gente ha muerto por patrias supuestamente eternas; y otra mucha morirá mañana» (Amin Maalouf, escritor libanés).

Lo dicho: el mundo es un pañuelo.