La sacrosanta unidad de la Patria
En su primera aparición pública tras haber estado hospitalizado durante once días, y no se sabe si fruto de alguna infección vírica hospitalaria, el presidente de la CEOE, José María Cuevas, aseguró ayer en la Asamblea General de la patronal que esta organización 'seguirá defendiendo la indisoluble unidad de la nación española, por encima de circunstanciales y extrañas definiciones'.
Las reflexiones de el mandamás de los empresarios españoles me han recordado un artículo que, no hace mucho, leí con interés y que, ante un debate sobre el tema de la sacrosanta indisolubilidad de nuestro Estado, sería bueno leer previamente.
Si la “patria” no es un territorio o una población sino una idea o principio, habrá que convenir en que éstos subsisten aunque se desprendan o incorporen a ella nuevos territorios y poblaciones. De hecho, estamos viviendo un proceso de inmigración que en pocos años ha hecho crecer la población en valores del 10 %, y dudosamente esos nuevos llegados participan en ninguna idea relativa a esa “España abstracta” a la que se trata de reducir el Estado Español.
Parece más conveniente, por tanto, limitarse un poco más a la realidad, convenir en que el territorio nacional es, sin más, una entidad creada por y para la conveniencia de sus habitantes, y, desde luego, aceptar que las distintas partes de ella tienen unos derechos que desde luego pueden incluir la independencia de esa unidad política cuando un número suficiente de sus constituyentes no se sientan cómodos en ella.
El resto del artículo que puedes leer pinchando en el título resulta interesante para recordar algunos datos que probablemente con el tiempo pasan al olvido pero que, indudablemente, son ciertos, y que por lo que parece, a algún alto cargo de la CEOE también le convendría leer y reflexionar sobre el tema.
Las reflexiones de el mandamás de los empresarios españoles me han recordado un artículo que, no hace mucho, leí con interés y que, ante un debate sobre el tema de la sacrosanta indisolubilidad de nuestro Estado, sería bueno leer previamente.
Si la “patria” no es un territorio o una población sino una idea o principio, habrá que convenir en que éstos subsisten aunque se desprendan o incorporen a ella nuevos territorios y poblaciones. De hecho, estamos viviendo un proceso de inmigración que en pocos años ha hecho crecer la población en valores del 10 %, y dudosamente esos nuevos llegados participan en ninguna idea relativa a esa “España abstracta” a la que se trata de reducir el Estado Español.
Parece más conveniente, por tanto, limitarse un poco más a la realidad, convenir en que el territorio nacional es, sin más, una entidad creada por y para la conveniencia de sus habitantes, y, desde luego, aceptar que las distintas partes de ella tienen unos derechos que desde luego pueden incluir la independencia de esa unidad política cuando un número suficiente de sus constituyentes no se sientan cómodos en ella.
El resto del artículo que puedes leer pinchando en el título resulta interesante para recordar algunos datos que probablemente con el tiempo pasan al olvido pero que, indudablemente, son ciertos, y que por lo que parece, a algún alto cargo de la CEOE también le convendría leer y reflexionar sobre el tema.
Etiquetas: Política