Hablar, siempre hablar.
En la manifestación de ayer se trataba de defender un principio democrático básico para cualquier sistema o entidad que se precie, el de la acción política frente a la amenaza de la criminalización del diálogo, en definitiva, el derecho de "hablar". Hablar siempre, entre alderdikides, entre ciudadanos, entre amigos y no amigos, incluso con el enemigo.
Dicen que una de las líneas rojas que nadie, en democracia, debe cruzar es la de impedir o negarse a hablar para solucionar los problemas. Todos los problemas, los más grandes o pseudo-filosóficos y los del día a día.
Se que es dificil, me consta, y lo sufro en mi quehacer cotidiano, pero nunca me negaré a hablar con el objetivo de entender mejor las razones del otro para haber actuado de una manera determinada que en su momento pude no compartir.
Creo que no solo no tenemos que negarnos a hablar, sino que tenemos que apoyar a los que más esten dispuestos a hacerlo para que el dialogo fluya entre todas las partes.
Y lo que se dice y se apoya en general, debe de decirse y apoyarse tambien en lo particular. También en Sopelana.
Se que es dificil, me consta, y lo sufro en mi quehacer cotidiano, pero nunca me negaré a hablar con el objetivo de entender mejor las razones del otro para haber actuado de una manera determinada que en su momento pude no compartir.
Creo que no solo no tenemos que negarnos a hablar, sino que tenemos que apoyar a los que más esten dispuestos a hacerlo para que el dialogo fluya entre todas las partes.
Y lo que se dice y se apoya en general, debe de decirse y apoyarse tambien en lo particular. También en Sopelana.
Sin querer influir en la clave interna que le pone el autor a su intervención, me apetece decir un par de cosas, más que nada por “hablar”, ya que nada de malo hay en ello. Pena que no haya nada de otra cosa tampoco.
Cita la amenaza de la criminalización del diálogo, vaya metáfora, pero a eso no se responde dialogando, lo que cabria esperar de persona tan dialogante, sino que se convocan manifestaciones y concentraciones, ¿será para hablar entre muchos más? En fin consejos vendo …
Creo que confunde el autor lo que debe ser el diálogo con la negociación, el diálogo se dá entre los que aceptan una base común de valores, a partir de los que se discute para ver qué orientación común es preferible. En ese grupo debieran estar los miembros del poder judicial para los del ejecutivo y el legislativo. Se dialoga con los amigos y se negocia con los enemigos o adversarios.