A vueltas con las VPO
El Domingo venian en el periódico los nombres de los afortunados y hoy he leido en el Blog de Cybereuskadi un ejemplo más de lo injusto que resulta el sistema que tenemos de distribución de viviendas de VPO en nuestro País.
Esto de la vivienda protegida (subvencionada) y tasada (precio intermedio entre la protegida y la de libre mercado) está lleno de injusticias. Para empezar, es como una lotería, que toca sólo a unos pocos afortunados, con la ventaja al menos de que los boletos son gratuitos. Para seguir, según donde vivas tienes mayores o menores posibilidades.
Porque resulta que, pese al criterio contrario de la Consejería de Vivienda, son los municipios los que reservan la mayor parte de las casas para sus vecinos. Así, en un reciente sorteo en Derio el 40% de los aspirantes recibieron premio. ¿Por qué? Porque Derio tiene mucho terreno y tiene previsto construir mucho.
Sin embargo, si vives en Bilbao o en municipios muy poblados como casi todos los de la margen izquierda es mucho más complicado resultar agraciado. Simplemente, porque se construye mucho menos, porque hay menos terreno y más aspirantes.
Por lo tanto, desde cibereuskadi daban un consejo de amigo: si no tienes piso y conoces a alguien en Derio, empadrónate en su casa.
Sin embargo, si vives en Bilbao o en municipios muy poblados como casi todos los de la margen izquierda es mucho más complicado resultar agraciado. Simplemente, porque se construye mucho menos, porque hay menos terreno y más aspirantes.
Por lo tanto, desde cibereuskadi daban un consejo de amigo: si no tienes piso y conoces a alguien en Derio, empadrónate en su casa.
En este mismo Blog, en noviembre de 2005 me preguntaba:
¿Alguien podría imaginar que los impuestos se pagasen en combinación con la lotería? ¿O que las subvenciones del próximo año se rifasen con el sorteo de navidad? Obviamente la justicia equitativa y distributiva es incompatible con el azar. Sin embargo, las administraciones públicas recurren habitualmente a la suerte para repartir una falsa y arbitraria solidaridad.
¿Alguien podría imaginar que los impuestos se pagasen en combinación con la lotería? ¿O que las subvenciones del próximo año se rifasen con el sorteo de navidad? Obviamente la justicia equitativa y distributiva es incompatible con el azar. Sin embargo, las administraciones públicas recurren habitualmente a la suerte para repartir una falsa y arbitraria solidaridad.
Resulta espeluznante ver esos pabellones repletos de gente expectante donde se rifan unos escasos pisos sociales. Sólo unos pocos salen con un piso de protección oficial bajo el brazo, lo que resuelve sus vidas y eleva notablemente su calidad de vida, mientras la mayoría se marcha cabizbaja a la espera de la próxima rifa o a hipotecarse durante 35 años.
¿Tiene algún sentido de equidad mezclar la suerte con el derecho a una vivienda digna? ¿No sería más razonable gestionar sistemas de alquiler social controlado para todos los que lo necesiten, que beneficiar sobremanera a unos pocos con precios regalados mientras la mayoría se queda sin nada?
¿Tiene algún sentido de equidad mezclar la suerte con el derecho a una vivienda digna? ¿No sería más razonable gestionar sistemas de alquiler social controlado para todos los que lo necesiten, que beneficiar sobremanera a unos pocos con precios regalados mientras la mayoría se queda sin nada?
Por cierto, en Sopelana, a finales de 2005, alrededor de 400 personas suspiraron por alrededor de 75 viviendas. Se repitió la misma escena que en otros lugares.
¿No sería más logico atender la demanda de los 400, ayudandoles a alquilar una vivienda digna mientras estén en condiciones que requieran ayuda social, que hacer felices a 75 por el "premio" conseguido y frustar a 325 por no haber sido afortunados en "el sorteo"?
Esta política de vivienda, a pesar de venir del Partido que en principio se autoconsidera más sensibilizado en este tema, no está resultando ser ni la más adecuada, ni la más lógica, ni la más progresista, ni, lo que es peor, la más justa.
Creo, sinceramente, que habría que replantearla.
Buen tema. Totalmente de acuerdo con lo que dices, sólo un apunte, una queja y una pregunta abierta para todos.
El apunte es de estilo únicamente, pero para los políticos el estilo lo debe ser todo, no debieras decir “Creo, sinceramente, que habría que replantearla.” Más decisión y pon la replantearemos o si no, al menos, habrá.
A mi también me parece que si el acceso a una vivienda digna se reconoce como un derecho universal no puede quedar al albur del resultado de un sorteo.
Tampoco me parece que este derecho deba implicar la propiedad de la vivienda, sino su usufructo. Lo más justo me parece establecer un sistema de alquileres sociales.
Por debates que hemos tenido en los blogs de Hontza y Leolo, también los responsables del Departamento de Vivienda apuestan por esa vía, pero el problema es que para ello hace falta un parque de viviendas que cuesta mucho dinero.
En resumen, que la política de vivienda requiere un debate serio y que, efectivamente, habría que reformularla, pero el tema tampoco es sencillo.
Por cierto, la foto no tiene desperdicio ;-).
Quizás todos debiéramos plantearnos por qué en Sopelana la vivienda no solo es un recurso escaso, sino un recurso escaso de difícil acceso para buena parte de las personas que vivimos en el municipio. Este es un ejercicio de reflexión que debiéramos hacernos todos. No es esto, en cualquier caso, lo que quiero compartir contigo. Verás que tampoco voy a dar mi opinión, y desde luego, ni se me ocurre contrastar la tuya.
Tan solo quiero aclararte alguna cuestión en relación a tu argumento de la “lotería” para descalificar la política de adjudicación de VPO. No es la primera vez que lo utilizas. Y no es tampoco la primera vez que lo calificas de injusto. Al leer tus argumentos, me ha parecido que sería bueno que conocieses los criterios que hay detrás del mismo.
La “lotería” a la que te estás refiriendo es un método de justicia distributiva. Existen otros criterios diferentes. Tu experiencia política te permitirá fácilmente identificar los dos criterios que más se tienen en cuenta a la hora de tratar de decidir cómo y en basé a qué criterios se reparten los recursos. Cuando aprobamos los presupuestos, por ejemplo, detrás de los votos de unos y otros hay argumentos de justicia distributiva. Hay quienes piensan que el criterio para repartir debe consistir en tratar de dar el mayor bienestar a todos los sopeloztarras. Hay otros que argumentan que el reparto tiene que beneficiar siempre al más desfavorecido social y económicamente por razones injustas e inmerecidas, etc.
Es suficiente; aquí tenemos nuestros dos criterios más utilizados: el de bienestar y el de los recursos.
La lotería pertenece a este segundo: cuando los recursos son escasos (como en este caso el acceso a la vivienda), Ronald Dworkin proponía este tema de la “subasta”. Ya te imaginarás que Dworkin, un robusto filósofo, no proponía repartir boletitos a ver a quien le toca. Probablemente la cosa tendría más enjundia para el bueno de Dworkin. Sin duda la tiene. Podrás estas de acuerdo o no: pero es importante que para opinar sobre el tema, conozcas lo que hay detrás.
Continuo: Según Dworkin la lotería tiene la ventaja de que respeta la igualdad de oportunidades (los recursos a repartir son escasos pero, a través de este sistema, se garantiza que todos tienen las mismas oportunidades). Si buceas un poco por Internet, verás que existe una larga tradición del uso de sistemas de lotería para la distribución de los recursos escasos (p.e.: la elección de los jurados populares, o el sorteo de la mili de antaño). La lotería se utilizó como un sistema de distribución de tierras.... Probablemente no sea un método de justicia distributiva convincente. Tiene sus limitaciones. Esas limitaciones no son, desde luego, las que tu ofreces de manera arbitraria en un chat . Debes ser más prudente con tus opiniones cuando se refieren a cuestiones tan fundamentales para las personas como es la vivienda, o el trabajo, etc. Y, sin duda, más riguroso.
Por eso, y porque sometes y compartes tus opiniones, están tienen que estar bien arropadas de argumentos que las justifiquen. Y desde luego, tienen que plantear alternativas reales. Y viables. Y tienes que estar dispuesto a compartirlas y a ponerlas sobre la mesa. Y a hacer todo lo que sea necesario. Pero solo, si lo que realmente te preocupa es el problema de la vivienda. Opinar por opinar sobre este tema, sin argumentar como lo requiere el tema, escondido en las tupidas “redes” de Internet, idiculizando a quien no tiene oportunidad en ese momento de hacer valer sus derechos de integridad (en fin Ricardo, tu mismo lo has padecido), resulta obsceno.
Nada más Ricardo. El sistema de los “boletos”no es injusto. Solo es un sistema de justicia distributiva limitado. Y para el tema que nos ocupa, aun a pesar de sus limitaciones, es el que a la hora de repartir mejor garantiza y protege los derechos sociales de los ciudadanos que aspiran en ese sorteo a una vivienda que les niega esa “mano invisible” del mercado que campea a sus anchas con la complicidad de algunas otras esferas de poder de nuestra sociedad (entre ellos, la de algunos sopeloztarras a quienes les toca decidir cómo vamos a repartir el bienestar). Hablamos de más injusticias cuando quieras. Veo que solo te preocupan cuando [crees que] las comete los demás.
Be happy!
Jodo macho.
Va ha resultar ahora que la diosa fortuna tine ralación con el comunismo.
Le manda guevos.