FITUR 2007 y el turismo visto desde Euskadi
Coincidiendo con el final de la feria internacional de turismo que se celebra todos los años por estas fechas en Madrid, me surgen una serie de comentarios al paso sobre una actividad, la del turismo, tan recomendable.
Para empezar, ayuda a que relativicemos el "ombligismo" en el que solemos caer con más frecuencia que la necesaria y a que descubramos cuantas cosas podemos mejorar y aprender visitando otros pueblos, otros paises y otras culturas.
Además, ayuda a que nos percatemos de que hay paisajes al menos tan bonitos como el que vemos desde nuestras ventanas, platos tan exquisitos como los que salen de nuestras cocinas y modos de vida tan atractivos para otros como el que podamos disfrutar en nuestras vidas cotidianas.
Siempre he pensado que los problemas de muchos pueblos y paises, incluido el nuestro, o mejor dicho, sobre todo en el nuestro, al menos se ralentizarían o incluso mejorarían sensiblemente si determinados miembros de sus comunidades gritasen un poco menos y viajasen un poco más.
En definitiva, viajar, hacer turismo, nos amplia nuestros campos visuales, mentales, ideológicos y filosóficos, nos ayuda a relativizar opiniones, creencias y formas de entender los problemas en particular y la vida en general.
Incluso nos ayuda a querernos un poco más, a darnos cuenta de lo bien que vivimos en nuestros pueblos y ciudades y a apreciar de otra manera lo que tenemos a nuestro alrededor, a cuidarlo más y a protestar menos por tonterias.
El turismo es una ventana que nos permite ver la realidad a nuestro alrededor, e incluso un poquito más lejos. Mantengámos esa ventana siempre abierta de par en par.
Por otra parte, y entrando en temas más concretos, y aunque sea con cierto retardo, quiero mostrar mi sorpresa por las declaraciones del diputado de Administración Pública de la Diputación de Bizkaia, Iñaki Hidalgo, cuando presentó la semana pasada, justo antes del comienzo de la feria, los resultados del turismo en Bizkaia del año pasado, resultados que calificó de «más que positivos». El Sr. Hidalgo se mostró especialmente orgulloso del impulso del turismo de interior, y dijo «que ha duplicado, en cifras, al de costa. Nos ha sorprendido, porque somos un territorio costero». A lo largo de la entrevista no aclaró qué entendía por territorio costero ni qué le llevaba a comparar unas partes del territorio con otras de una manera, en mi opinión, un poco desafortunada.
Bizkaia, tal como está dividida, desde el punto de vista turístico, en Bilbao, Bizkaia Costa y Bizkaia Verde o interior, es un conjunto de tres imanes que se necesitan mutuamente para conseguir ese objetivo comun de superar la media de 2 noches por visitante. Es evidente que a cada parte le interesa que esos visitantes pernocten en su área, también lo es el que actualmente las camas estan ubicadas de una manera absolutamente desproporcionada, y tambien lo es que medir las cifras de unos frente a otros no llevan a buen puerto. Bilbao necesita completar su oferta con las playas y el verde de su entorno y Sopelana o Durango necesitamos de Bilbao para hacer de nuestros municipios un atractivo complementario a nuestros visitantes. Solo así, juntos y en equipo podremos hacer del turismo un sector fuerte en Euskadi, y para ello, los primeros que tienen que dar muestras de interés en trabajo coordinado y en equipo son, somos, los representantes de las distintas administraciones, que en sus distintos niveles deben de trabajar de manera mucho mas conjuntada, puesto que defendemos los mismos objetivos.
En definitiva, viajar, hacer turismo, nos amplia nuestros campos visuales, mentales, ideológicos y filosóficos, nos ayuda a relativizar opiniones, creencias y formas de entender los problemas en particular y la vida en general.
Incluso nos ayuda a querernos un poco más, a darnos cuenta de lo bien que vivimos en nuestros pueblos y ciudades y a apreciar de otra manera lo que tenemos a nuestro alrededor, a cuidarlo más y a protestar menos por tonterias.
El turismo es una ventana que nos permite ver la realidad a nuestro alrededor, e incluso un poquito más lejos. Mantengámos esa ventana siempre abierta de par en par.
Por otra parte, y entrando en temas más concretos, y aunque sea con cierto retardo, quiero mostrar mi sorpresa por las declaraciones del diputado de Administración Pública de la Diputación de Bizkaia, Iñaki Hidalgo, cuando presentó la semana pasada, justo antes del comienzo de la feria, los resultados del turismo en Bizkaia del año pasado, resultados que calificó de «más que positivos». El Sr. Hidalgo se mostró especialmente orgulloso del impulso del turismo de interior, y dijo «que ha duplicado, en cifras, al de costa. Nos ha sorprendido, porque somos un territorio costero». A lo largo de la entrevista no aclaró qué entendía por territorio costero ni qué le llevaba a comparar unas partes del territorio con otras de una manera, en mi opinión, un poco desafortunada.
Bizkaia, tal como está dividida, desde el punto de vista turístico, en Bilbao, Bizkaia Costa y Bizkaia Verde o interior, es un conjunto de tres imanes que se necesitan mutuamente para conseguir ese objetivo comun de superar la media de 2 noches por visitante. Es evidente que a cada parte le interesa que esos visitantes pernocten en su área, también lo es el que actualmente las camas estan ubicadas de una manera absolutamente desproporcionada, y tambien lo es que medir las cifras de unos frente a otros no llevan a buen puerto. Bilbao necesita completar su oferta con las playas y el verde de su entorno y Sopelana o Durango necesitamos de Bilbao para hacer de nuestros municipios un atractivo complementario a nuestros visitantes. Solo así, juntos y en equipo podremos hacer del turismo un sector fuerte en Euskadi, y para ello, los primeros que tienen que dar muestras de interés en trabajo coordinado y en equipo son, somos, los representantes de las distintas administraciones, que en sus distintos niveles deben de trabajar de manera mucho mas conjuntada, puesto que defendemos los mismos objetivos.