Erikenea, -del 31-VIII-05 al 31-III-07-

martes, febrero 20

¿Voto obligatorio?

El voto es un método de toma de decisiones en el que un grupo tal como una junta o un electorado trata de medir su opinión usualmente como el paso final que sigue las discusiones o debates.

Vista la escasísima participación en el referendum andaluz, y cada vez que tras unas elecciones, sean de lo que sean y en donde sean, se da este alto grado de abstención, me surge la duda de si sería planteable la cuestion de la obligatoriedad del voto.

En una sociedad democrática la ciudadanía está obligada a participar o a realizar una serie de actividades en o para la comunidad. Otras en cambio son de caracter optativo. En general, en las que afectan a todo el personal obligan a todos a participar en el tema, por ejemplo, via impuestos.

¿No es la constitución de un Gobierno o la aprobación de una ley como la Constitución o un Estatuto de Autonomia lo suficientemente importante para no poder permitirnos el lujo de despreciar o considerar innecesario saber lo que piensan las dos terceras partes de una sociedad?

Habría que cambiar muchas cosas. Formas, modos, periodos de tiempo, etc..., pero, al final ¿No saldriamos todos más convencidos de que la decisión que se tome es más ajustada a la realidad?

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5 Comentarios:

Anonymous Anónimo opina ...

Aún estando de acuerdo en el diagnóstico, no puedo coincidir en la solución sugerida. La obligación del voto no es la solución, el nivel de abstención en una norma fundamental también es un indicador de la situación que se atraviesa y que los políticos no son capaces de atajar.

20 febrero, 2007  
Anonymous Anónimo opina ...

El voto obligatorio solo está arraigado en las sociedades más democráticas o en las dictaduras.

El problema de la obligatoriedad desequilibra la balanza en las sociedades en las que la democracia aprueba "justo - justo" y corres el peligro de ser caricaturizado como dictadorzuelo.

Por otra parte, entiendo que es la manera más justa y democrática, aunque mantenga muchas imperfecciones, de saber lo que realmente desea una sociedad o colectivo.

20 febrero, 2007  
Blogger Alorza opina ...

Es peor el remedio que la enfermedad. ¿Nunca has practicado la abstención activa? Cuando algo no te interesa, una buena forma de decirlo es mediante la abstención.

En el caso del voto para elegir representantes, sería interesante experimentar con otra idea: dejar vacíos los escaños correspondientes a la abstención.

En todo caso, no hay forma de obligar a que la sociedad asuma un mayor compromiso. Habrá que convencerla, atraerla... o adaptarse a lo que la sociedad sea.

20 febrero, 2007  
Anonymous Anónimo opina ...

¿Dejar vacíos los escaños correspondientes a la abstención?

Me parece una idea que no esta nada mal para ser debatida en esta fase.

Haria espabilar a algunos a los que no les importa nada tener a cierta parte de la poblacion indiferente o pasota.

En cualquier caso, lo que si estoy de acuerdo es que hay que pensar en modificar algo para que el sistema no pierda totalmente la confianza de la poblacion

20 febrero, 2007  
Anonymous Anónimo opina ...

Con la venia.

Me sorprende el análisis simplificador que haces. Votan poco, vamos a obligarles.

No creo que la solución sea que, en lugar de los partidos, la labor de “acarrear votantes” (me gusta más la expresión gallega “acarrexa” (1) que con tanto éxito practican los alcaldes del rural) a las mesas, se la transfieras a la guardia civil o, en nuestro caso, a nuestra ertzaintza. Donde esté un bonito desfilar de alderdikides, o cargos equivalentes en otros partidos, llevando de la mano a ancianitos a votar, que se quite el que vengan escoltados por la guardia civil. En fin que me parece una forma simple de escurrir el bulto un político, que como otros tantos, empieza a tener a la gente “cansa”.

El plan de Alorza está muy bien, yo lo ampliaría a que si tiene mayoría la abstención no hay gobierno, o al menos que se forme un gobierno proporcional a la abstención. Sin ministerio, o lo que proceda, de hacienda ya que es uno de los que más desmotivan al personal. Que debes esforzarte más compañero.

Una solución más realista la apunta Santiago González en su artículo de El Correo de hoy mismo que empieza con la frase:” Una de las cosas que más me llama la atención en su persona, mi señor Zapatero, es la falta de una correspondencia estricta entre sus palabras y los hechos.” Donde dice Zapatero pongamos mi señor quien corresponda.
Y termina con un vaticinio que creo muy realista: “Esta reforma estatutaria es un fiasco, presidente, y lo será más aún cuando los que han diseñado ese procedimiento de calcular las inversiones en función del criterio que más beneficie a la Comunidad Autónoma (a aquél por PIB, a éste por población, a los gallegos por costa, a Castilla-León por superficie), descubran dos evidencias matemáticas elementales: las ventajas del común denominador para sumar quebrados y que la suma de las partes de un todo no puede superar el cien por cien. Hace dos años dijo usted que las normas de convivencia del 51% acaban en el fracaso. ¿En qué acabará la del 31,73%? Galicia espera.”.

Pues eso que debéis estar los políticos cerquita de la gente, y no encerrados cada uno con los de su batxoki.

(1) Acarrexa también se refiere a la labor intensa de acarrear la cosecha anual, más singularmente el centeno, que debía estar recogido en muy pocos días en la era. Desde hace años, con la decadencia agraria y los tractores, se refiere exclusivamente a llevar votantes a las urnas mediante coches particulares, taxis o como sea. Hay estudios de la abstención y salen muy bien parados los municipios rurales. Esa meritoria labor para que prevalezca la democracia también se puede observar y con gran intensidad, en cualquier ciudad como Sopelana paseando por la puerta de los colegios electorales.

20 febrero, 2007  

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