¡Joder con la derecha! Mientras unos se Blaspiñarizan, los otros se Lepenizan.
La verdad es que las actuaciones, o propuestas, de las derechas de los estados español y francés creo que deberían de empezar a preocuparnos seriamente.
De la derecha que aspira a controlar el gobierno de Madrid ya he hablado ultimamente, pero Sarkozy, me parece, que no se queda atrás. Dice que ahora quiere crear un Ministerio de Inmigración e Identidad Nacional. Convencido sin duda de que el electorado centrista se siente cada día mejor representado por François Bayrou y de que sus posibilidades de crecer hacia la izquierda están agotadas, Nicolas Sarkozy apuesta ahora por ganarse los votos de la extrema derecha, el electorado de Jean-Marie Le Pen y su Frente Nacional, "robándole" esa parte del programa que hasta ahora estaba reservada a ese sector en exclusiva.
Si hasta ahora, Le Pen, había conseguido formar un polo de referencia, autónomo del resto de la derecha, que incluso llegó a "la final" en las presidenciales anteriores, ahora su mensaje se ve recogido y perfectamente asimilado por Sarkozy. Por otra parte, en España, en las pequeñas tertulias entre demócratas, se había reconocido que "el gran merito" de Fraga, por decirlo de alguna manera, durante la transición, había sido que había conseguido neutralizar a la extrema derecha del estado, tenerla controlada y en minoría en un gran partido de derechas con miras más amplias como el PP, ahora resulta que los hasta ahora minoritarios parece que se están haciendo con las riendas del Partido, al menos a lo que de ideología "nacional-unionista", "descaradamente partidaria del uso de la fuerza en más casos que los necesarios" y "radical de derechas" se refiere.
En definitiva, dos caminos distintos para conseguir lo mismo: la unidad de destino de voto de los votantes de derecha y de extrema derecha en ambos casos, lo que, en mi opinión, no deja de ser un gran motivo de preocupación para todos los que no lo somos.
Si hasta ahora, Le Pen, había conseguido formar un polo de referencia, autónomo del resto de la derecha, que incluso llegó a "la final" en las presidenciales anteriores, ahora su mensaje se ve recogido y perfectamente asimilado por Sarkozy. Por otra parte, en España, en las pequeñas tertulias entre demócratas, se había reconocido que "el gran merito" de Fraga, por decirlo de alguna manera, durante la transición, había sido que había conseguido neutralizar a la extrema derecha del estado, tenerla controlada y en minoría en un gran partido de derechas con miras más amplias como el PP, ahora resulta que los hasta ahora minoritarios parece que se están haciendo con las riendas del Partido, al menos a lo que de ideología "nacional-unionista", "descaradamente partidaria del uso de la fuerza en más casos que los necesarios" y "radical de derechas" se refiere.
En definitiva, dos caminos distintos para conseguir lo mismo: la unidad de destino de voto de los votantes de derecha y de extrema derecha en ambos casos, lo que, en mi opinión, no deja de ser un gran motivo de preocupación para todos los que no lo somos.
Etiquetas: Internacional, Política