La caja de los truenos
Bajo el título de "La caja de los truenos", el Diario "Noticias de Gipuzkoa", en su editorial de ayer, decía algo que suscribo plenamente, refiriéndose a quienes pretendieron impedir que Jon Jauregi ocupase el sillón de diputado general de Gipuzkoa.
Es evidente que lo han logrado, pero a costa de provocar un grave deterioro al PNV y no sólo en el territorio guipuzcoano. Teniendo en cuenta que trapos sucios los hay en todas las formaciones políticas -quizá como en todas las familias-, el procedimiento seguido en el caso Jauregi es un mal precedente que puede repetirse con otros protagonistas. La renuncia del primer candidato, sin duda, ha sido un alivio para todos, sobre todo para él mismo. Pero esa tinta de calamar ha enturbiado de manera evidente no sólo la imagen del partido al que representaba, sino también la de toda la clase política. La ciudadanía es muy sensible a todo lo referente a la honradez de quienes les representan y este episodio ha expandido la sombra de la sospecha. Y eso es muy grave.
Pues, hombre, mucho me temo que la sombra de la duda sobre los políticos es algo que estaba ya muy extendido entre los ciudadanos, antes del episodio Jauregi.
Afortunadamente, hay políticos como Ibarretxe que se mantienen en su integridad y nos animan a no pensar mal de forma genérica. Pero es cierto que la clase política tiene, en general, una mala reputación.
Hace falta vivir en otro mundo para no ver que la realidad, lo que acontece en la rua, va por otro lado bien distinto de la editorial de ese periódico de amplia difusión que citas.
Mientras sigáis los políticos pensando que la gente es tonta y no debe enterarse de nada, cuando día tras día vemos en cada pueblo y en cada barrio los milagros de los políticos que se colocan, participan de sociedades que trabajan para la administración, etc. etc., eso sin hacer caso de los recaudadores que se quedan la comisión que citaba en otro post creo que Nuria, y para una vez que le pillan a uno en renuncio, corréis a defenderle, recurriendo a la omertá, no sois creíbles.
Patético. Todo eso en precampaña, que si llega a ser pasadas las elecciones cárcel para el mensajero y muerte al chivato.